viernes, 28 de marzo de 2008

II Domingo de Pascua CICLO A

Domingo de la Divina Misericordia

30 de marzo de 2008

Primera Lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2, 42-47)

En los primeros días de la Iglesia, todos los hermanos acudían asiduamente a escuchar las enseñanzas de los apóstoles, vivían en comunión fraterna y se congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan. Toda la gente estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén.

Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuído entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de salvarse.

Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: (salmo 117)

R/ Este es el día en que actuó el Señor,
Sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Dad gracias al Señor porque es bueno
Porque es eterna su misericordia.
// ¡Aleluya! //
Que lo diga la casa de Israel
Es eterna su misericordia.
Que lo diga la casa de Aarón,
Es eterna su misericordia.
Que lo digan los fieles del Señor,
Es eterna su misericordia. R/

Escuchad hay cantos de victoria
En las tiendas de los justos:
// “La diestra del Señor es poderosas,
es excelsa la diestra del Señor” // R/

La piedra que el cantero desechó
Es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho
Esto ha sido un milagro patente.
Yo no he de morir yo viviré
Para contar las azañas del Señor. R/

Segunda Lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1, 3-9)

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que El nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, El los protege con su poder, para que alcance la salvación que les tiene preparada y que El revelará al final de los tiempos.

Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.

A Cristo Jesús ustedes no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en El ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.

Palabra de Dios.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (20, 19-31)


Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.

De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así tambié los envío Yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedaran perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedaran sin perdonar”.

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros descípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.

Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del Señor.

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Meditación Dominical

Calendario en Agenda

  • 1er. Domingo de Mes - Hora Santa Reparadora a la Divina Misericordia, 3:00pm.
  • 2do. Sábado de Mes - Noches de Adoración y Alabanza 8:00pm.
  • 2do. Domingo de Mes - Misa Devotos de la Virgen de la Altagracia, 11:00am.
  • 4to. Domingo de Mes - Misa OFS, 9:00am.
  • Martes Antonianos, Todos los martes de 11:00am. a 12:00pm. en la Capilla del Santísimo Sacramento
  • Todos los Domingos - Reunión Grupo de Jóvenes - Iniciando con la Misa de 9:00am.
  • Todos los miércoles, Reunión Movimiento Juan XXIII, 7:00pm.
  • Todos los jueves, Círculo de Oración, 7pm.
  • Todos los Sábados, Limpieza del Templo Parroquial, desde las 8:00am.

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