Ciclo A
II Domingo del Tiempo Ordinario
16 de enero de 2011
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Isaías (49, 3.5-6)
El Señor me dijo: “Tu eres mi siervo, Israel; en ti manifestaré mi gloria”.
Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a Él y congregar a Israel en torno suyo – tanto así me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza -. Ahora, pues, dice el Señor: “Es poco que seas mi siervo sólo para restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que mi salvación llegue hasta los últimos confines de la tierra”.
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial (del salmo 39)
R/Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé en el Señor con gran confianza, Él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias. Él me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. /R
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: “Aquí estoy”. /R
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. /R
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. /R
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los corintios (1, 1-3)
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, mi colaborador, saludamos a la comunidad cristiana que está en Corinto. A todos ustedes, quienes Dios santifico en Cristo Jesús y que son su pueblo santo, así como a todos aquellos que en cualquier lugar invocan el nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y Señor de ellos, les deseo la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre t de Cristo Jesús, el Señor.
Palabra de Dios.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según Juan (1 29-34)
“Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo”.
En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: “Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo he dicho: ‘El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo’. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar a con agua, para que Él sea dado a conocer a Israel”.
Entonces Juan dio este testimonio: “Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo’. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios.”
Palabra del Señor.
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