Con una vibrante ovación, el pueblo de Puerto Rico recibió a su Arzobispo, Mons. Roberto O. González Nieves, O.F.M., en una misa que se celebró el miércoles, 8 de mayo de 2013, en conmemoración de su trigésimo sexto aniversario de ordenación sacerdotal, y su decimocuarto aniversario como Arzobispo de San Juan.
A pesar de las lluvias torrentosas, miles de puertorriqueños abarrotaron la Iglesia Santa Teresita de la ciudad capital, uno de los templos más grandes del País. Allí obsequiaron a su pastor oraciones y muestras de agradecimiento y solidaridad, en momentos en queéste ha sido fuertemente atacado por grupos y personas que se han mantenido en el anonimato. Las alegadas acusaciones y presiones para que dimita de la sede episcopal, surgen ante la defensa que ha realizado Monseñor González Nieves de la identidad nacional puertorriqueña enraizada en la fe católica.
Frente a lo que muchos han catalogado como una injusticia y acusaciones infundadas, los más diversos sectores de la sociedad puertorriqueña, entre ellos, organizaciones sindicales, profesionales, académicas, cívicas y religiosas, expresaron al unísono su apoyo hacia Mons. Roberto González Nieves. La unidad que el Arzobispo ha generado en el País ha sido catalogada como histórica.
Consagrándose a María Madre de la Divina Providencia, Patrona de toda la Nación puertorriqueña, el Arzobispo de San Juan terminó una emotiva misa en la que estuvo acompañado por un gran número de sacerdotes y diáconos, además de contar con la presencia de la mayoría de sus hermanos obispos.
El pueblo de Dios se congregó a la salida de la iglesia para cantar canciones patrias y expresarle su gratitud a a Mons. González Nieves por la extraordinaria labor pastoral que ha realizado en San Juan durante los pasados 14 años.
La Iglesia en Puerto Rico está más viva que nunca. La necesidad de salir en defensa de su Arzobispo ha provocado un grito de amor y solidaridad, por parte de un Pueblo que le pide en oración, al Rey de los ejércitos celestiales, que custodie la Iglesia en Puerto Rico y a los pastores que Él ha escogido para pastorear Su rebaño caribeño.
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