sábado, 7 de julio de 2012

Meditación XIV Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B



Quien escucha el relato del Evangelio puede sorprenderse ante la actitud de los paisanos de Jesús: quedan asombrados e impactados por su sabiduría y sus enseñanzas. Sin embargo, pesa más el conocimiento que ya traían de Él: «¿No es éste el carpintero?» Se impone el “ya lo conocemos”, la desconfianza, y así se hacen incapaces de dejarse tocar y transformar por la Buena Nueva que Él anuncia.


Nosotros, “desde la tribuna” y a la distancia, podemos caer en juzgar fácilmente a aquellos oyentes escépticos: “¿cómo es posible que no le creyesen?”, y acaso añadimos también: “Si yo hubiera estado allí, ¡yo sí le habría creído!”

Pero, ¿no endurecemos acaso también nosotros tantas veces nuestros propios corazones a la Palabra divina, al anuncio del Evangelio? ¿Le creemos tanto al Señor de modo que nos afanamos en hacer de sus enseñanzas nuestro modo de pensar, de sentir y de actuar? ¿O acaso reconozco que todo lo que ha enseñado Cristo es admirable, aunque no lo aplique en mi vida cotidiana? ¿Tomo en cuenta sus enseñanzas a la hora de pensar, de tomar decisiones, de orientar mi acción? ¿Es la distancia en el tiempo, o el no poder verlo o escucharlo personalmente, una excusa válida para no seguir al Señor, para no tomar suficientemente en serio sus enseñanzas?

Nuestra propia dureza y rebeldía frente a Dios se expresa muchas veces no en una incredulidad declarada sino en unas preferencias de hecho. Vivimos muchas veces en un ‘agnosticismo funcional’, es decir, decimos creer, pero actuamos como quien no cree. Y es que es en las pequeñas y grandes opciones de la vida cotidiana, en nuestras decisiones y acciones de cada día, como manifestamos si verdaderamente le creemos a Dios o sólo decimos que le creemos.

¡Cuántas veces, por mi falta de fe y confianza en Él, el Señor se ve impedido de obrar en mí el gran milagro de mi propia conversión y santificación! Pidámosle al Señor todos los días que aumente nuestra pobre fe, y pongamos nosotros los medios necesarios para hacer que esta fe se haga cada vez más fuerte y coherente por la lectura y meditación constante de la Escritura, por el estudio asiduo del Catecismo, por la oración perseverante y la acción servicial y evangelizadora.

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Meditación Dominical

Calendario en Agenda

  • 1er. Domingo de Mes - Hora Santa Reparadora a la Divina Misericordia, 3:00pm.
  • 2do. Sábado de Mes - Noches de Adoración y Alabanza 8:00pm.
  • 2do. Domingo de Mes - Misa Devotos de la Virgen de la Altagracia, 11:00am.
  • 4to. Domingo de Mes - Misa OFS, 9:00am.
  • Martes Antonianos, Todos los martes de 11:00am. a 12:00pm. en la Capilla del Santísimo Sacramento
  • Todos los Domingos - Reunión Grupo de Jóvenes - Iniciando con la Misa de 9:00am.
  • Todos los miércoles, Reunión Movimiento Juan XXIII, 7:00pm.
  • Todos los jueves, Círculo de Oración, 7pm.
  • Todos los Sábados, Limpieza del Templo Parroquial, desde las 8:00am.

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