Ciclo A
VIII Domingo del Tiempo Ordinario
27 de febrero de 2011
Primera Lectura
Lectura del libro del PROFETA Isaías (49, 14-15)
“Sión había dicho: ‘El Señor me ha abandonado, o el Señor me tiene en el olvido’. ¿Puede acaso una madre olvidarse de su creatura hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti”, dice el Señor todopoderoso.
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial (del salmo 61)
R/Sólo en Dios he puesto mi confianza.
Sólo en Dios he puesto mi confianza porque de El vendrá el bien que espero. El es mi refugio y mi defensa, ya nada me inquietará. /R
Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor: es mi baluarte y firmeza, es mi Dios y salvador. /R
De Dios viene mi salvación y mi gloria; El es mi roca firme y mi refugio. Confía siempre en El, pueblo mío, y desahoga tu corazón en su presencia. /R
Segunda Lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios (4, 1-5)
Hermanos: Procuren que todos nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se busca en un administrador es que sea fiel. Por eso, lo que menos me preocupa es que me juzguen ustedes o un tribunal humano; pues ni siquiera me juzgo a mí mismo. Es cierto que mi conciencia no me reprocha nada, pero no por eso he sido declarado inocente. El Señor es quien habrá de juzgarme. Por lo tanto, no juzguen antes de tiempo; esperen a que venga el Señor. Entonces El sacará a la luz lo que esta oculto en las tinieblas, pondrá al descubierto las intenciones del corazón y dará a cada uno la alabanza que merezca.
Palabra de Dios.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según Mateo (6, 24-34)
“No se preocupen por el día de mañana”.
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